EL ABURRIMIENTO EN CUBA

El índice de alcoholismo en Cuba sobre todo en los jóvenes es uno de los mas altos en América Latina, también lo es el de suicidios, lo he leído en muchísimas partes y también se ha comentado mucho, estas son algunas de las cosas de la que no presume el gobierno, como si, de “La medicina, La Educación y el Deporte”, tan deteriorados ya que han pasado a ser un síntoma de la casi extinta economía cubana, un ejemplo de cómo el sistema político de Cuba se desmorona, ahora su derrumbe es visible a todos, sobre todo el tema de la comida y el transporte, estos son los no logros de la revolución, de los que nunca se hablan
, en los últimos 50 años nunca Cuba tuvo un transporte eficiente, y aunque en la época de los 80s se llevaba mas comida a la mesa, nunca se pudo uno comer lo que quisiera(hablo de cosas normales) había que hacer inmensas colas para todo y el transporte publico era pésimo.



Desde que tengo uso de razón tengo la imagen de personas enganchadas en las guaguas (ómnibus urbanos), en las ventanillas, desbordadas por fuera de las puertas abiertas a la fuerza por los cuerpos que permanecen apretados por muchas paradas.


También tengo la imagen de una multitud corriendo atrás de las guaguas, porque estas jamás paraban en la parada sino varias cuadras después o en el próximo semáforo si este tenia la luz roja, hasta yo me volví experto en eso de cazar las guaguas, cuando divisaba una que se acercaba en la lejanía y después de cerciorarme que era la guagua que esperaba, me mandaba a correr como un loco varias cuadras hasta donde mas o menos calculaba que la guagua iba a parar, a veces me pasaba o me quedaba corto y así tenia que correr mas hacia delante o hacia atrás, muchas veces estas distancias eran una cuadra o mas, en definitiva siempre llegaba con la lengua afuera, y no es que tuviera una vista de rayos x como Superman que podía ver los números tan rápidos, pero es que uno conocía la guaguas por su aspecto, ninguna era igual, si una le faltaba un pedazo de la defensa a la a la otra la identificabas porque tenia un parche de pintura de un color diferente casi siempre era un color rojo mas claro que el que tenían las guaguas de fabrica un color que se desteñía rápido, y otra porque la parte que unía a estas guaguas que eran dobles y que todos le llamaban acordeón estaba roto y la guagua siempre venia de lado, aparte de peligroso se veía muy mal, alguien muy acertado por esa época dijo en la televisión que el deporte nacional de los cubanos no era la pelota sino caerle atrás a las guaguas ya que este lo practicaba todo el pueblo.


Pues bien después de haberles narrado todo esto quisiera mencionar otro aspecto de la vida cotidiana de los cubanos que es el “ABURRIMIENTO” y lo pongo en mayúsculas porque casi nunca se habla del aburrimiento de los cubanos y creo nunca se han hecho estadísticas, el aburrimiento es tan cotidiano para los cubanos como la falta de alimentos, productos básicos, el transporte etc. La lista es larga, pero el cubano que a pesar de sus raíces alegres muchas veces no encuentra nada que hacer y recurre a la siempre bienvenida botella de ron, donde trago a trago conversaciones y discusiones sobre disímiles temas pasas los apagones y los sofocantes calores en el siempre verano clima de Cuba.


Pero cuando viene la corriente, la programación de la televisión es malísima, exasperante, eso lo saben todos los cubanos, aunque el ingenio de los isleños siempre busca algo que hacer, yo para escaparme de la botella que siempre me rodeaba ya sea desde la mano de algún amigo o de un vecino, me iba para el cine la Rampa que quedaba cerca de mi casa y en compañía del cine Charles Claplin fungían como sede de la Cinemateca de Cuba, durante muchos años fui asiduo visitante de esta sala cinematográfica, ahora después de tantos años es que le doy la importancia debida, muchos estudiosos y conocedores del 7 arte se asombran cuando le hablo de películas de Ingmar Berman, de los clásicos cómicos de la comedia silente, de la infinidad de películas o directores denominados raros y desconocidos para muchos sobre todo en Latinoamérica o simplemente no se imaginan a un joven de mi generación que conozca algo sobre este tema, es que sin darme cuenta me convertí en un cinéfilo gracias a las tantas noches que pase viendo los ciclos de películas de todos los países y épocas, a veces ni traducidas ni con subtítulos, que solo costaban un peso y casi nadie iba a no ser que fuera un director famoso, de tanto ir a esta sala, la pareja de viejitos que siempre cobraban la entrada se hicieron mis amigos y me dejaban entrar muchas veces de gratis, y me resolvían para ver películas del festival del cine de la Habana en el cual si se armaban gigantescas colas para verlas.


Otro de mis pasatiempos o matatiempos favoritos era la lectura, me volví una polilla, devoraba todo lo que caía en mis manos, leí, leí, leí, sabrá dios cuantos libros, cuando me leía un buen libro que me atrapaba de los que escapaban a la férrea censura no dejaba de leerlo hasta que terminaba, no había lugar donde estuviera que no cargara con el libro, esta adicción no se me ha curado y espero que nunca se me cure, aunque ahora ya no leo como antes, los culpables, la Internet y la televisión por cable.


Los cubanos tratan de matar el aburrimiento de muchas formas a veces lo logran a veces no, lo real es que se ha convertido en un huésped indeseable al que hay que combatir a diario y que cada día crece mas invadiendo tu casa, tu familia, tu relación amorosa, tu espacio.